Un penalti marcado por Mbappé salvó el debut del Real Madrid
El conjunto blanco se impuso 1–0 al Osasuna.
Un solitario tanto, de penalti, inventado y ejecutado por Kylian Mbappé a los 51 minutos, salvó el estreno del nuevo Real Madrid, aún corto de rodaje, dominador sin pegada, mejorado en fase defensiva ante un Osasuna que estuvo cómodo con línea de cinco y cuando estiró, acabó desperdiciando su única ocasión para amargar la puesta de largo de Xabi Alonso.
Nuestras noticias en tu mano: únete a nuestro canal de WhatsApp y mantente informado de todo lo que sucede.
Dejó frío al madridismo el arranque de una nueva era pese al liderazgo de Mbappé. Un Real Madrid tan trabajado tácticamente como falto de ideas ante una defensa de cinco de Osasuna en el primer acto.
La variedad ofensiva con la que arrancó el equipo de Xabi Alonso, con balones en largo de sus centrales, se redujo en cuanto Osasuna retrasó metros, cómodo en bloque bajo. Vinicius lo intentaba con velocidad y se llevaba el aplauso por dos esfuerzos defensivos, reconociendo el madridismo un cambio de actitud respecto al pasado curso. Y Mbappé se aburría rodeado de centrales.
Enganchó forzado de cabeza un centro de Brahim, incómodo sin espacios. Remató mal de zurda la que mejor le puso 'Vini'. Castigó con su mejor disparo, que acarició la escuadra, el único despeje fallido de Osasuna. Era un aviso de un futbolista llamado a liderar al Real Madrid.
Leer también: Selección Colombia de Amputados se concentra en Barranquilla para Sudamericano de Brasil
Y los jugadores madridistas sintieron que era cuestión de tiempo y desgaste del rival. Porque Osasuna nunca inquietó de verdad, pese a que Budimir mostró olfato al único balón que le cayó dentro del área. Pero Courtois era un espectador más y Mbappé cambiaron el panorama en la reanudación.
En una arrancada por la derecha a los 50 minutos, frenada en seco y barrido por Juan Cruz. El error de ir al suelo del defensa, la picardía del delantero para romper el partido. Sin debate en el lanzador. El francés primer lanzador, a la red engañando al portero rival.
Pero no encontró el Real Madrid la continuidad que desea Xabi Alonso. No se desató en ningún momento, ni con los cambios. Güler, que corrió en exceso e inventó poco en los últimos metros, sacó un latigazo cerca del poste antes de un estreno deseado en el Bernabéu, el de Franco Mastantuono.
La ausencia de pegada dejó un final abierto con espacio al nerviosismo en el Santiago Bernabéu. Así llegó la mejor ocasión de Osasuna, de una falta lateral, un balón cabeceado en el segundo palo que cayó a su goleador, Budimir, que cabeceó arriba encimado por Huijsen. Era la oportunidad para no irse de vacío y haber amargado el regreso de Xabi Alonso.
EFE